En lo que muchos sospechan que se trata de un intento por forzar el cierre de las escuelas en el país, por lo menos 650 niñas han sido envenenadas con gas tóxico en Irán desde noviembre.
El viceministro de salud declaró que “Quedó en evidencia que alguien quería que todas las escuelas, especialmente las escuelas de niñas, se cerraran”.
La semana pasada el fiscal general anunció que había iniciado una investigación criminal, pero señaló que la información disponible sólo indicaba “la posibilidad de actos criminales y premeditados”.